COMO UN SENTIMIENTO NO CORRESPONDIDO PUEDE ENVIARTE AL INFIERNO
Hoy rompiendo mi tradicional línea de escribir, me permito la licencia de plasmar los tristes y melancólicos pensamientos de un ser hundido en el pozo de la amargura, la pena y la tristeza, por precipitarse desde el cielo hasta los infiernos, por el eterno recuerdo del ser que nunca pudo amar.
Este desgarrador relato enviado por esa alma atormentada lo plasmo hoy aquí.
LA CARTA QUE NUNCA LE ESCRIBÍ
Querida mía:
Es cierto, aunque sean frases hechas, todo empezó con una apuesta, lo continué con un devaneo, una sinrazón, que se convirtió en un ardiente deseo y hoy, todo esto, me sigue quemando el corazón.
Siempre quise decirte que te amé con tanta fuerza y pasión que incluso hoy día después de darte por pérdida, sigo sintiéndote, sigo amándote.
Y nadie hará que deje de quererte y de abandonar todo, solo con que tu me lo pidieras y paso de cánones establecidos y de prejuicios convencionalistas, que bloquean los verdaderos placeres de la vida: disfrutar de lo que amas.
Por eso tengo que decirte que sueño con acariciarte, con besarte, con estrecharte entre mis brazos, con enjugar tus lágrimas, con darte el cielo si me lo pidieses.
Necesito decirte que tu ocupas mi mente, que eres dueña de mis pensamientos, que te amo y que me ames, que todo lo que siento es de entrega, de admiración y devoción por ti, de estar contigo cada segundo de mi vida, porque cada pensamiento aumenta mi amor, porque mi amor es un amor sin tiempo, ni distancias y como ya te dije una vez no espero otra cosa en mi vida, porque todas las ilusiones y esperanzas se cumplieron al conocerte a ti y no he sido capaz de escapar del hechizo de tu mirada y esa mirada me ha devuelto de nuevo los sueños y la vida.
Yo se que no te merezco pero desde el fondo de mi mismo se que lo daría todo por ofrecerte mil años de amor.
Estás cerca y a la vez estás tan lejos, ¿qué hice?. Intenté saber comprenderte, deseaba saber tratarte, agradarte y alegrarte. Quise hacerte feliz y pasar cada día a tu lado, pero no fue posible y aun así, aun no estando a mi lado, de igual modo seguías siendo mi amor soñado.
Todavía recuerdo nuestro primer encuentro y fue tan dulce tu mirada que de ti perdidamente me enamore, por eso cuando te vi., te quise, cuando te hablé, te amé, y aunque no he logrado tenerte, jamás te olvidaré...
Besarte era un sueño y cada una de tus miradas era el cielo por el que caminaba sin fin.
Te amé, con la alegría que forman una sonrisa en tus labios, como dos cielos llenos de colores reflejados en tus ojos, como dos palabras infinitas que no deben dejar de sentirse y en tus ojos, en tu mirada, veía ese espacio que necesitaba para vivir, para respirar.
Te miraba y aun te miro y veo ternura, me haces recordar lo que es la dulzura, lo que es la belleza. Aun te miro y me quedo paralizado en el espejo de tu mirada. Te miro y gozo al mirarte.
Porque, yo te amaba y, al mirarte el amor aumentaba, te quería, y después de tanto tiempo no puedo dejar de amarte, de mirarte.
Entiéndeme, cuando te miro, y no rehuyas mi mirada ¿cómo no mirarte?, si poder mirarte es un sueño cumplido, si mirarte es agradecerte, si mirarte es seguir soñando y si te miro y jamás dejaré de mirarte mientras viva, porque cuando te miro conservo la imagen como una fotografía en la que tu eres la luz que ilumina mis días.
Y sí, he de confesar, que sentí esa locura de amor durante mucho tiempo, a pesar de distanciarme una considerable edad respecto a ti y de tener pareja estable.
Pero no supe hacerte feliz, porque no supe ni quise entender y comprender tu vida y tu mundo, porque dolorosamente estabas cerca y a la vez estabas tan lejos, que no podía crear ese mundo de ensueño y estar cada día a tu lado, y caí en el abismo, porque sin ti, sin tu presencia, sin tu recuerdo, no he sabido vivir.
Pero tu silencio me hecho mas daño que cien mil bombas atómicas, éstas solo destruyen mi cuerpo, pero tu desprecio ha conseguido destruir mi orgullo, mi amor propio, mi dignidad y MI ALMA.
Se que te he decepcionado, tal vez te haya herido, que te he molestado, que tal vez no supe decir las palabras acertadas, que cuando las dije, debí ser discreto y reservado, que tal vez así hice daño a tu corazón, que jugué con tu esperanza, que no respete ni entendí tus sentimientos, que no fui fiel a mis promesas , que no supe ahuyentar tu tristeza ni mantener tu alegría con lo que te decía, que te decepcioné porque te mostré un horizonte irreal, por eso y por mucho mas, te pido perdón, entiéndeme, sólo intenté amarte.
Pero también debes saber: mil tonterías hice por ti, mil veces me humille, mi amor propio y me autoestima perdí. Todos hablaban pestes de mi, porque me atreví a soñarte y a quererte, y los cuchillos afilados de la gente insensible, se clavaron en mi sin compasión, y mas de 4 años me han martirizado, vilipendiado e insultado, y aún así yo queriéndote seguí. Sí, debes saberlo, por ti perdí mi esposa, mi trabajo, mis amigos y 4 años llevo sin vivir. Este verano intente olvidarme de ti, por ti y por mi, evitaba verte, no iba a donde sabía que estabas, pero no lo conseguí, cada día me dolía mas el alma y al final acompañado de otra mujer decidí volver a verte.
Y aún así yo comprendo, la culpa de este dolor que desgarra mi alma fue mía, y me resiste ha hacer lo que tenía pensado para devolverte el dolor, no habría podido hacerlo pues te amaba y fuera de toda lógica te sigo amando.
Si me quieres perdonar, si me merezco tu perdón, si tienes confianza en mi, sabré merecérmela y responder a tus deseos, aunque ello signifique alejarme para siempre de tí.
Te pido perdón, y te lo pediré mil veces, aunque ya no lucharé por ti, pero si intentaré no volver a fallarte, y siempre, siempre, te amaré.
Me dijiste, NO. Seria porque no te merezco, que no quieres mi amor, pero amarte fue un sueño del que ahora despierto con dolor.
Perdóname, me duele tanto haberte hecho daño, tú lo eres todo y sin ti, sin tu recuerdo yo no soy nada. Sí, perdóname porque mi pecado fue enamorarme de ti, provocando mi caída en el infierno donde sufro un continuo tormento, después de soñar con los placeres del cielo.
Pero te doy las gracias, si, porque tu existas, porque un día tu mirada se fijó en mi, por dejarme disfrutar de tu presencia que alivia mi dolor y mi pena, por mirarme y por hablarme, por liberar mi alma de la noche oscura, por despertar mi corazón, por devolverme la esperanza y la alegría de una dicha nueva.
Gracias por dejarme soñar contigo, por hacerme vivir de ti, por provocar la ilusión que lleva tu nombre, porque la vida renace al Alba... y con ella la ilusión y la alegría de verte de nuevo.
Y si te hice daño, por todo ello te pido perdón
Gracias, mi dulce locura, mi niña soñada
Gracias y
Perdóname, tú lo has sido todo para mí.
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